Para el JNANI que ha conocido la identidad de su ser interior con el infinito Parabrahman(*), no hay renacimiento, ni migración, si siquiera liberación, porque él ya está liberado.
La continua existencia del mundo y de su cuerpo aparecen
para el JNANI como una ilusión, la apariencia que no puede remover, pero que ya
no lo engaña, hasta que después de la muerte del cuerpo, él no va hacia
adelante, pero permanece donde está y lo que es y lo que enternamente fue, el
primer principio de todos los seres y cosas: El original, eterno, puro libre
Parabrahman(*).
Mientras vive e incluso el cuerpo cae muerto, el JNANI
descansa en su propia naturaleza esencial, su propio Swarupa, que está
totalmente lleno y totalmente puro, sin-tiempo:
Conciencia y Dicha.
Las siguientes afirmaciones hechas por el JNANI, constituyen
sus propias convicciones y experiencias profundas:
Yo soy infinito, imperecedero, auto-luminoso,
auto-existente.
Yo soy sin comienzo ni final, sin decadencia, sin nacimiento,
sin muerte.
Nunca yo nací, soy siempre libre, perfecto, independiente. Solo yo
soy.
Yo penetro el universo entero, soy totalmente impregnante e
interpenetrante.
Soy Paz Suprema y Libertad Absoluta.
Un JNANI vive por siempre, él ha obtenido vida eternamente
duradera.
Deseos no lo torturan, pecados no lo manchan, muerte y nacimiento no
lo tocan.
Él está libre de todo deseo y anhelo.
Descansa por siempre en su propio Sat-Chi-Ananda Swarupa.
El ve el Ser infinito en todo y todo es el Ser infinito, el
cual es su existencia.
Él permanece por siempre como un infinito ser de
autoconciencia, innacido e inmortal.
Un JNANI es ese estado desde el que tiene lugar la
presenciación del conocimiento «yo soy». En ese estado JNANI no hay ningún
toque de «yo soidad» (es un estado sin cualidad) y no es conocimiento,
conocimiento quiere decir «yo soidad».
El JNANI es quien ya no tiene preguntas… ni respuestas.
Porque no se sostiene en la mente.
El JNANI sabe, quizás y según el caso, de haber tenido un
recorrido, y sabe que esto fue una ilusión, ya que ha descubierto su esencia
inmutable, y como lo absoluto, comprende que las proyecciones son reflejos de
su mente. Proyecciones tales como ser un buscador o un encontrador.
El JNANI es el realizado, para los que lo ven… pero para sí
mismo, es solo ser.
Porque se comprende que ser “realizado” apunta a alguien
con el mérito de haber encontrado la respuesta final, y esto es contradictorio
con el hecho de que esta respuesta hallada es: que no hay entidad sabiendo
algo… sino puro saber, como conciencia esencial.
Nisargadatta Maharaj:
- "¿Cómo se siente un JNANI cuando abandona su cuerpo?
¿Qué tipo de placer o de felicidad experimenta? Imagine una pareja de recién
casados: el placer que se deriva de su noche de bodas no es nada comparado a la
altísima felicidad que tiene un JNANI cuando abandona su cuerpo o su fuerza
vital. Yo lo llamo la felicidad más alta en la fiesta más alta.
Comparado con el juego del amor de la noche de bodas, cualquiera
que sea el placer que la pareja tenga al juntarse, la felicidad que tiene un JNANI
al separarse del soplo vital y de la cognitividad es miles de veces superior.
¡Ellos [la pareja] se juntan, él se separa!"
En pareja hay unión, felicidad porque los cuerpos-mente se
complementan. La separación del cuerpo-mente es la boda del sabio con la
Realidad Absoluta. -
Parabrahman(*):
En los Upanishads (textos sagrados del hinduismo) se señala
al Parabrahman como lo absoluto, que se encuentra en todo el universo, que es la
esencia de todo, que transciende a todo, que es inmanente y causa eficiente del
cosmos; en tanto que a nivel de microcosmos su correlato es el "Atman" o espíritu
eterna de cada individuo.
Si en el plano existencial y fenoménico (el mundo material
de maya) el alma se considera distinta del Parabrahman, en el plano esencial
absoluto se considera que no existe diferencia entre el espíritu y el Parabrahman.
Dentro de muchas de las creencias originadas en la India se supone que es dable
—en vida— alcanzar la identificación del espíritu con el Parabrahman en el estado
llamado samādhi (‘éxtasis’).
El Parabrahman —en tanto Absoluto— es transcendente a toda
forma, a toda figuración, a toda delimitación y a toda explicación. En el
hinduismo existen muchos devas (‘dioses’) que son sólo una mínima manifestación
del único Parabrahman.
A la doctrina específicamente dedicada al Parabrahman se la
llama vedanta advaita. Debido a su grado de abstracción nunca fue popular en la
India.
En la mitología hinduista el primer ser creado por el
Parabrahman es el dios creador Brahma.