domingo, 2 de agosto de 2015

LA MUERTE: EL FIN O EL PRINCIPIO



La paradoja esencial de nuestra existencia es que probablemente el sentido de la vida sea la muerte.
Los filósofos de la tradición platónica, siguiendo el ejemplo de Sócrates, creían que la filosofía era fundamentalmente el arte de saber morir, de seguir la propia conciencia y separarla del cuerpo y de las ilusiones materiales. 
"El amor a la vida es dejarla ir." 
Eros y Tánatos: el amor a la sabiduría es el deseo de conocer la muerte: una eutanatología.
Tal vez porque, como señala el místico alemán Jacob Böhme, “Si renuncias al mundo, llegas a aquello a partir de lo cual se ha hecho el mundo”.

La mayoría de las tradiciones religiosas y filosóficas conciben a la muerte como la posibilidad inminente de regresar al conocimiento de la fuente de nuestra existencia, la única forma de solucionar –en una disolución– el predicamento de las grandes preguntas “¿quiénes somos?”, “¿de dónde venimos?”, “¿a dónde vamos?”. Las tradiciones difieren en algunos aspectos particulares de sus enseñanzas, pero generalmente coinciden en que en la muerte se nos presenta la posibilidad de revelar y realizar el propósito de nuestra existencia, de regresar de alguna manera a casa, ya sea a la nada o al todo, a Dios, al Espíritu Universal, al Ser Absoluto o al Incognoscible, según se le llame.


Decía Sócrates que una vida no examinada no merece vivirse y, en sintonía con su filosofía, la examinación profunda de la vida nos remite necesariamente a la meditación sobre la muerte –no tanto porque sea el opuesto sino porque es su destino, a una irresistible atracción por su misterio, la posibilidad de que nuestro ser sea más que un breve, solitario e irreal parpadeo en un inmenso e inerte universo.
En otra parte Soen-sa habla sobre la mente vacía: “Deshazte de toda opinión, gusto o disgusto, y sólo mantén la mente que no sabe. Tu mente antes-del-pensamiento, mi mente-antes-del-pensamiento, todas las mentes-antes-del-pensamientos, de todas las personas, son iguales. Esta es tu sustancia, mi sustancia y la sustancia del universo se hace una”.
Lo más importante de toda parece ser todo lo que ocurre en el entendimiento cuando uno medita sobre la unidad de todas las cosas: en este principio se resuelven todos los enigmas en una misma fuente.



Como dice la Tabla Esmeralda, que es también una fórmula filosófica alquímica para purificar el alma y separarla del cuerpo:
En verdad, sin mentira y ciertamente: Lo de abajo es como lo de arriba, y lo de arriba es como lo de abajo, para obrar los milagros de una sola cosa.Así como todas las cosas han sido hechas, así proceden de uno, por la meditación de uno, también todas las cosas nacen de esta cosa única por adaptación. Coinciden aquí dos principios que son uno: que dentro de nosotros se encuentra el Ser universal, pero que para tomar conciencia de él es necesario negar nuestro ser individual, negar la mente que surge después del pensamiento y separa entre sujeto y objeto, entre nosotros y el universo, la mente que cree conocer lo otro, las diferencias.

Dice el filósofo Ananda K. Coomaraswamy, siguiendo la doctrina védica:
Eso que en “nosotros” es el Espíritu, y eso que en nosotros no es el Espíritu, se distinguen y se contrastan tajantemente; siendo el Espíritu eso que queda “cuando se han eliminado todos los demás factores de la personalidad compuesta de “identidad-y-apariencia”, o de “alma-y-cuerpo”.

Agrega: “Ésta es exactamente la doctrina de Dionisio [El Aeropagita]. ‘Cada uno debe entrar dentro de sí mismo y descubrir así algo que es su verdadero sí mismo y que sin embargo no es su sí mismo particular… algo que no es su individualidad, que está dentro de su alma y sin embargo fuera del él”.

Esta es la oportunidad que supone la muerte: la negación de la individualidad para abrir brecha para el surgimiento de la universalidad, la realidad que es lo que queda cuando nos despojamos de todo lo que no es esencial e imperecedero.

Nacer y morir son dos procesos científicos de la Gran Naturaleza. Las personas (como entes Espírituales) no son las que nacen y mueren porque las personas están más allá de estos procesos. Son los cuerpos de las personas los que mueren y nacen. Es absurdo decir que fulano o mengano ha muerto. Lo más correcto, es decir, que tal persona ha perdido su cuerpo, o han desncarnado.
La persona es aquella que piensa, ama, odia, desea, etc. El cuerpo es sólo el vehículo o Maquina Humana en la que la persona anda y se expresa. Desgraciadamente el común de las gentes ignoran por completo su propia Vida Interior, confundiendo así el cuerpo con la persona. 
Es necesario estudiar esta cuestión para evitarnos dolor. Realmente el dolor es siempre el resultado de la ignorancia y el error.
Las gentes nacen llorando y mueren llorando por pura ignorancia. 
Para aquellos que despiertan la conciencia, la muerte es tan dulce como el nacimiento, porque ambas cosas se necesitan desde el punto de vista científico, así como se necesita el día para hacer nuestra labor cotidiana y la noche para el reposo del cuerpo.

Cuando despertamos la conciencia comprendemos entonces que al desencarnar, debemos dedicarnos al reposo y olvidar por completo aquellas actividades propias de la vida celular o mundo físico.
Entonces podemos viajar felices por los espacios infinitos porque quedamos libres de las fuerzas de gravedad a que estamos sometidos en el mundo de las tres dimensiones, o sea, el mundo físico. 

“Llamamos muy especialmente la atención a los materialistas dogmáticos que solo creen en los hechos groseros y en los movimientos mecánicos de la naturaleza.”
Les advertimos que por encima y por debajo de las percepciones de los sentidos físicos hay funcionamientos ultrasensibles que no debemos negar intransigentemente, sino que debemos estudiar e investigar pacientemente. 


CATÁBASIS O MUERTE RITUAL

La palabra Catábasis proviene del griego (de katà, bajo; y bateĩn, caminar) y significa descenso. En literatura el término llegó a significar específicamente descenso o viaje a los Infiernos. El significado de la palabra catabais hace referencia a una bajada al hades, aunque en el mito de Beowulf, él no desciende al infierno sino, cuando estaba en el pantano, desciende a un lago que era la cueva donde se encontraba la madre de Grendel, que es simbólicamente una catabasis. En estos viajes el protagonista está vivo y baja con un objetivo aunque en realidad es un viaje al inconsciente que permite que el héroe devenga diferente, convirtiéndose finalmente en un ser en virtud constante. También simboliza la transición del mundo profano al mundo sagrado.

Estos viajes deben su origen a la ambición del hombre de saber algo sobre el territorio al que llegará después de la muerte, y que, según muchas religiones, sólo se puede llegar muerto y no se puede volver. Sólo a semidioses u hombres distinguidos les está reservado en los mitos este viaje, que les es facilitado por un regalo de los dioses, por su audacia heroica, por su interés de saber, o para conocer la palabra divina, como por ejemplo Odiseo y Eneas, quienes buscan la palabra de Tiresias y Anquises respectivamente.

Algunos de los elegidos son Heracles, Teseo, Perseo, Odiseo y Eneas. El mito de Orfeo fue el que inició la tradición literaria de la bajada a los infiernos, denominándose así, tradición órfica. El canto de Orfeo no es sólo un famoso mito de la antigua Grecia. La historia inspiró una tradición de profunda influencia en la religión, filosofía y literatura griegas. El orfismo introdujo ideas que han marcado la historia espiritual de Occidente hasta hoy: la divinidad como principio y fin del cosmos, el alma inmortal que pena exiliada en este mundo, la retribución tras la muerte, la salvación por la pureza. Este mito cuenta como Orfeo baja a los infiernos para recuperar a su esposa Eurídice quien había fallecido bajo la mordida letal de una serpiente.


En la catabasis, los elegidos tienen un guía o un ayudante, como por ejemplo Eneas tiene a Sibila que lo guía por todo el infierno hasta hablar con su padre. En cambio Odiseo tiene un ayudante que es Circe que tras irse de su palacio, le da las indicaciones de lo que tiene que hacer para poder hablar con Tiresias. En la Divina comedia de Dante Alighieri, él, quien es el personaje principal de su propia historia, recibe la guía de Virgilio, el cual era su referente literario. Y por último Beowulf no tiene un guía ni un ayudante directo, aunque en un fragmento de la historia Unfred le otorga una espada llamada “stacón”.

Por otro lado, también podemos hablar de la necesidad de los héroes de hacer algo previo a la catabasis. Por ejemplo, en el caso de Odiseo, tiene que hacer un rito que le indico Circe para poder hablar con los muertos. Por parte de Eneas tiene que seguir las indicaciones de Febo Apolo de sepultar a un compañero y así poder arrancar la rama de oro que luego necesitara para poder pasar el rio Aqueronte y luego como ofrenda a Proserpina. En el caso de Beowulf tiene que seguir los rastros de la madre de Grendel y enfrentarse a las bestias marinas. Por último Dante debe atravesar un arduo camino por la selva oscura que representaba los pecados de Dante.

En Conclusión la Catabasis es una transformación interna del propio personaje que se manifiesta en la limpieza del alma o la purificación de la misma mediante un viaje que marca un antes y un después en la vida del héroe.


Más allá del Cuerpo está el Espíritu.

Más allá del núcleo está la Energía y la Inteligencia.

Realmente en ese más allá está la Causa Causorun de todas las Manifestaciones Físicas,

son las Dimensiones Superiores del Espacio,

del pasado, del presente y del futuro.

Aún más allá,  está el Absoluto Incognoscible,
que existen aunque las gentes digan que creen o que no creen.



CUANDO YO MUERA

Cuando muera, cuando mi ataúd sea llevado, no debes pensar jamás que extrañaré este mundo.

No derrames lágrimas, no lo lamentes o te sientas mal.

No estoy descendiendo en un monstruoso abismo.

Cuando veas, que mi cuerpo sea transportado, no llores mi partida.

Yo no parto, estoy llegando al Amor Eterno.

Cuando me dejes en la tumba, no digas adiós.

Recuerda que una tumba, es solo un telón antes del paraíso.

Solo me verás, descendiendo en una tumba.

Ahora, aguarda mi ascenso.

¿Cómo puede haber un final, cuando el sol se pone o la luna desciende?

Parece el final.

Se parece a un atardecer, pero en realidad, es un amanecer.

Cuando la tumba te encierre, es cuando tu alma se libera.

¿Has visto alguna vez, la caída de una semilla en la tierra, y no crecer con una nueva vida?

¿Por qué dudaría del crecimiento de una semilla llamada humano?

¿Has visto alguna vez, bajar un cubo en un aljibe, y volver vacío?

~ RUMI ~




Se debe vivir de modo que se tenga, en el momento oportuno, la voluntad de morir...

~ Friedrich Nietzsche - "El ocaso de los ídolos" ~




 
“Ensaya la muerte. Decir esto es decirle a una persona que ensaye su libertad. Una persona que ha aprendido a morir ha desaprendido cómo ser esclava. Está por encima, o en cualquier caso, fuera del alcance de todos los poderes políticos ".

~ Séneca ~

VIVIR EN LA MUERTE... O ¿QUÉ ES LA VIDA? - Ignacio Ondargáin:

 


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