miércoles, 16 de noviembre de 2016

EL JNANI O ESTADO DE CONCIENCIA ABSOLUTA




Para el JNANI que ha conocido la identidad de su ser interior con el infinito Parabrahman(*), no hay renacimiento, ni migración, si siquiera liberación, porque él ya está liberado.

Él está firmemente establecido en una experiencia de la Existencia Absoluta, Conocimiento, Dicha, el Sat-Chi-Ananda Atman (en el hinduismo se describe como la experiencia subjetiva de la realidad última).


La continua existencia del mundo y de su cuerpo aparecen para el JNANI como una ilusión, la apariencia que no puede remover, pero que ya no lo engaña, hasta que después de la muerte del cuerpo, él no va hacia adelante, pero permanece donde está y lo que es y lo que enternamente fue, el primer principio de todos los seres y cosas: El original, eterno, puro libre Parabrahman(*).

Mientras vive e incluso el cuerpo cae muerto, el JNANI descansa en su propia naturaleza esencial, su propio Swarupa, que está totalmente lleno y totalmente puro, sin-tiempo:  Conciencia y Dicha.

 

Las siguientes afirmaciones hechas por el JNANI, constituyen sus propias convicciones y experiencias profundas:

Yo soy infinito, imperecedero, auto-luminoso, auto-existente. 
Yo soy sin comienzo ni final, sin decadencia, sin nacimiento, sin muerte. 
Nunca yo nací, soy siempre libre, perfecto, independiente. Solo yo soy. 
Yo penetro el universo entero, soy totalmente impregnante e interpenetrante.

Soy Paz Suprema y Libertad Absoluta.

Un JNANI vive por siempre, él ha obtenido vida eternamente duradera. 
Deseos no lo torturan, pecados no lo manchan, muerte y nacimiento no lo tocan.

Él está libre de todo deseo y anhelo.

Descansa por siempre en su propio Sat-Chi-Ananda Swarupa.

El ve el Ser infinito en todo y todo es el Ser infinito, el cual es su existencia.

Él permanece por siempre como un infinito ser de autoconciencia, innacido e inmortal.

 

Un JNANI es ese estado desde el que tiene lugar la presenciación del conocimiento «yo soy». En ese estado JNANI no hay ningún toque de «yo soidad» (es un estado sin cualidad) y no es conocimiento, conocimiento quiere decir «yo soidad».



El JNANI es quien ya no tiene preguntas… ni respuestas. Porque no se sostiene en la mente.
El JNANI sabe, quizás y según el caso, de haber tenido un recorrido, y sabe que esto fue una ilusión, ya que ha descubierto su esencia inmutable, y como lo absoluto, comprende que las proyecciones son reflejos de su mente. Proyecciones tales como ser un buscador o un encontrador.
El JNANI es el realizado, para los que lo ven… pero para sí mismo, es solo ser. 
Porque se comprende que ser “realizado” apunta a alguien con el mérito de haber encontrado la respuesta final, y esto es contradictorio con el hecho de que esta respuesta hallada es: que no hay entidad sabiendo algo… sino puro saber, como conciencia esencial.


Nisargadatta Maharaj:

 
- "¿Cómo se siente un JNANI cuando abandona su cuerpo? ¿Qué tipo de placer o de felicidad experimenta? Imagine una pareja de recién casados: el placer que se deriva de su noche de bodas no es nada comparado a la altísima felicidad que tiene un JNANI cuando abandona su cuerpo o su fuerza vital. Yo lo llamo la felicidad más alta en la fiesta más alta.

Comparado con el juego del amor de la noche de bodas, cualquiera que sea el placer que la pareja tenga al juntarse, la felicidad que tiene un JNANI al separarse del soplo vital y de la cognitividad es miles de veces superior. ¡Ellos [la pareja] se juntan, él se separa!"

En pareja hay unión, felicidad porque los cuerpos-mente se complementan. La separación del cuerpo-mente es la boda del sabio con la Realidad Absoluta. -



Parabrahman(*):

En los Upanishads (textos sagrados del hinduismo) se señala al Parabrahman como lo absoluto, que se encuentra en todo el universo, que es la esencia de todo, que transciende a todo, que es inmanente y causa eficiente del cosmos; en tanto que a nivel de microcosmos su correlato es el "Atman" o espíritu eterna de cada individuo.
Si en el plano existencial y fenoménico (el mundo material de maya) el alma se considera distinta del Parabrahman, en el plano esencial absoluto se considera que no existe diferencia entre el espíritu y el Parabrahman. Dentro de muchas de las creencias originadas en la India se supone que es dable —en vida— alcanzar la identificación del espíritu con el Parabrahman en el estado llamado samādhi (‘éxtasis’).

El Parabrahman —en tanto Absoluto— es transcendente a toda forma, a toda figuración, a toda delimitación y a toda explicación. En el hinduismo existen muchos devas (‘dioses’) que son sólo una mínima manifestación del único Parabrahman.
A la doctrina específicamente dedicada al Parabrahman se la llama vedanta advaita. Debido a su grado de abstracción nunca fue popular en la India.
En la mitología hinduista el primer ser creado por el Parabrahman es el dios creador Brahma.

domingo, 8 de mayo de 2016

TONAL Y NAGUAL



Semejante a dos aves doradas, posadas en el mismo árbol…..El ego y el YO, íntimos amigos, habitan el mismo cuerpo….Mientras el primero gusta de los frutos dulces y amargos del árbol de la vida……El otro observa impasible…..”
Upanishad Mundaka

Estos versos pertenecientes a la sabiduría de la cultura hindú, describen a la perfección, el par de opuestos complementarios, que también están presentes en el conocido símbolo de la cultura china: El Ying y el Yang.


La cultura tolteca, denomina a este par con los nombres de Tonal y Nagual.
Castaneda, nos cuenta en su obra “Relatos de Poder”, la explicaciones  dadas por  su  maestro, el brujo Juan Matus en relación a estos conceptos.

Para Matus, la Totalidad de Uno Mismo, estaba dada por la suma de los dos componentes del ser: El Tonal y el Nagual.

“Cada ser humano tenía dos facetas, dos entidades distintas, dos contrapartes que entraban en funciones en el instante del nacimiento; una se lla­maba “tonal” y la otra “nagual”. 


Según Matus, el TONAL, es el organizador del mundo cotidiano……el tonal  se encarga de poner orden el caos de este mundo material, todo cuanto sabemos y hacemos como hombres es obra del tonal. Todo lo que podamos nombrar, verbalizar o definir, es parte del Tonal. Todo lo que podamos captar a través de los sentidos es parte del tonal. El tonal  empieza con el nacimiento y acaba con la muerte. Existe un Tonal para cada uno de nosotros y hay otro colectivo , formado por la cultura de un lugar y que se sostiene en el tiempo.


Podría definirse al Tonal como una “isla” en la cual acumulamos una cantidad de objetos innecesarios, que acaparan nuestra atención. La “isla” es considerada como lo único que existe, cualquier indicio proveniente de”afuera de la isla” (del nagual), es desechado por el Tonal, que se empeña en negar la existencia del “exterior” , para esto utiliza una poderosa herramienta que de la que dispone: la razón.
La limpieza de la “isla o Tonal”, de todo lo innecesario (emociones densas: rabia, celos, ira, etc. hábitos dañinos: tabaco, alcohol, drogas etc. rutinas etc.), es la primera tarea en que debe abocarse un aprendiz, con esto obtendrá un ahorro de energía formidable, que le permtirá desarrollar una visión que abarque “más allá de la isla”, que le permita capturar las sutiles señales que provienen del exterior, del Nagual.

El Nagual es esa parte nuestra con la cual nunca tratamos……Es nuestra parte “mágica” a la cual rara vez accedemos, al contrario de la razón y el intelecto, su esencia reside en el ámbito de la creatividad, de la fantasía y de la intuición.


Castaneda recibe conocimientos a través de técnicas prácticas para  limpiar la isla del tonal, porque el camino del guerrero no es más que la capacitación para ahorrar energía a partir de reducir la importancia personal, para poder entrar al mundo del nagual. Don Juan le dice a Castaneda que un guerrero no puede andar con lamentos y quejas, porque su vida es un desafío interminable, y no existen formas para que los desafíos sean bonitos o feos, buenos o malos. Los desafíos son sencillamente eso, desafíos. Allí radica la diferencia entre los hombres comunes y los guerreros. Mientras que para los primeros el mundo está lleno de bendiciones o maldiciones, para los segundos es un desafío interminable donde está a prueba su impecabilidad.


Texto extraído de VOLANDO A TRAVÉS DEL ESPEJO.

miércoles, 13 de enero de 2016

La historia de Shiva y Shakti


Es la historia de la búsqueda del ser amado dentro de nuestro propio ser.
El reencuentro con nuestra totalidad a partir de la unión de los opuestos.

 La historia cuenta el despertar de Shakti Kundalini, nuestra experiencia material, su ascensión y viaje por los chakras, vivenciándolos y dinarnizándolos hasta, por fin, encontrarse y unirse a su amado Señor Shiva, nuestra consciencia espiritual.

Cuenta la tradición que, en la base de la columna vertebral, existe una energía dormida. Esa energía está representada bajo la forma de una serpiente enrollada en el hueso sacro. En su sueño, vivimos en un estado de adormecimiento, de ilusión, llamado Maya. En él quedamos prisioneros de los ciclos kármicos de causa y efecto, ya que, como apenas personajes, estamos totalmente inconscientes de nosotros mismos, como actores de nuestro verdadero papel en la vida. En este estado buscamos solo aquello que el mundo material nos ofrece. Nuestra felicidad está inevitablemente dependiendo de él. Corazones y mentes, alma y espíritu están esclavizados por las sensa­ciones materiales de placer y dolor y las conductas morales basadas en los conceptos del bien y del mal. La seguridad y la estabilidad valen más que la espontaneidad y la libertad.

Vivimos prisioneros del pasado, inseguros ante el futuro, perplejos ante el presente y, sobre todo, llenos de miedo ante la sombra de la muerte, que nos persigue, paso a paso, como si fuese el fin de todo.

A veces, de manera espontánea o incluso a través de un accidente, esa energía se despierta en seres más evolucionados. No obstante, existen diversas técnicas para su activación que van desde posturas y ejercicios respiratorios, hasta prácticas de magia sexual, reteniendo el orgasmo y transformándolo en combustible energético para la iluminación espiritual.


Cuando despertamos nuestra serpiente, despertamos la propia energía femenina del espíritu, física, sexual, que es la base de toda la creación en el mundo material e, incluso, de la propia experiencia espiritual. Ese despertar, como en los cuentos de hadas, transforma esa terrible serpiente en una bella diosa, Shakti Kundalini, que asciende por la médula espinal, despertando y desposando a las divinidades que existen en cada chakra. Esos dioses activos significan el buen funcionamiento de los chakras, desbloqueados y armonizados por la propia energía Kundalini.
Por fin, al llegar al sexto chakra, a la altura de la frente, entre las cejas, Shakti encuentra dormido a su eterno amado, el Señor Shiva, nuestra consciencia es­piritual. Entonces empieza a danzar para él, y el amor que emana de su danza lo despierta. Él se une a ella en esa danza y los dos, danzando y amándose, se funden en un solo ser, el andrógino, mitad masculino, mitad femenino, realizando así la Boda Mística, donde los opuestos se unen para volver nuevamente a la unidad, o sea, divinidad y humanidad, Cuerpo y Espíritu danzando unidos en un solo ser.
Y para terminar la historia, este ser Shiva-Shakti, se transforma en pura luz y, como una espiral de energía, atraviesa el Portal de Brahma, el séptimo chakra en la coronilla, y desaparece en el Infinito, volviendo a la Luz Original.

El gran fundamento de este cuento afirma que solo a través de la experiencia llegaremos a nuestra esencia. Solo a través de Shakti llegaremos realmente a Shiva. La energía vital, que corre por el interior de la médula espinal, es el detonante fundamental tanto para desbloquear como para equilibrar todos los chakras horizontales, así como también para encender la llama de la corona espiritual.

Vemos, entonces, que se trata de un proceso: el despertar de la Kundalini y su viaje a través de los chakras, uno por uno, hasta llegar a su destino. No se pueden saltar etapas ni chakras. Se ha de experimentar cada peldaño de esa escalera de consciencia que es la columna vertebral.
Comenzamos por la base, con el despertar de la energía vital, tomando consciencia del cuerpo y de sus sensaciones. A continuación abrirá el camino para el equilibrio entre lo emocional y lo racional. A partir de ahí abrirá las puertas del corazón y de la consciencia hasta unirse, al fin, a su esencia.



"La historia de Shiva y Shakti, la podemos interpretar en nosotros mismos, de una manera Alquímica, como la trasmutación de nuestros opuestos, logrando de esta manera trascender los mismos."

 Ejemplo: nuestra energía masculina y femenina o el hemisferio cerebral izquierdo y derecho.



Según el profesor Sri Sankara, la lectura de los textos sagrados de los Upanishads, de la milenaria cultura védica, una filosofía anterior incluso a la conformación de la religión hinduista como tal, permite descubrir en nosotros la presencia de estas dos formas de la conciencia humana, expresadas a través de Shiva y Shakti.

El poder de Shiva y Shakti en nosotros

Sri Sankara nos indica que podemos reconocer en la vida cotidiana la presencia de Shiva y Shakti en nuestra conciencia, contactándose con estas dos deidades en nuestro interior a través de la meditación y dejando que se expresen y fluyan, entregándonos con su presencia la bendición divina de contemplar la danza de la vida.


Shakti es la virtud del pensamiento o conciencia dinámica. Shakti es movimiento, actividad, rapidez, voluntad, comunicación, creatividad e inspiración. También se le puede describir como una serpiente en movimiento o como un océano con fuerte oleaje.
Mientras que Shiva es la consciencia suprema, también llamada conciencia omnipresente o testigo. Shiva es impersonal e inactivo; es sereno, calmo, inmóvil, inmutable y con sus ojos cerrados está en un estado de meditación. A Shiva se le describe también como una serpiente inmóvil o también como un océano calmo y sin olas.

 

Según explica el profesor Sri Sankara, la belleza del concepto radica en que Shakti está siempre con Shiva; están enlazados en una danza de vida. No son dos entes separados sino que representan los dos aspectos de una misma conciencia. “Ellos son inseparables como el fuego y el calor”, se describe textual en los Upanishads.
También se asocia a Shakti con la creatividad, con la llamada serpiente Kundalini y en su representación menos benévola se expresa como la diosa Kali, que es la semilla y la matriz del mundo entero, pero al mismo tiempo tiene el poder de la destrucción en el sentido de cambio. Es el poder de la creación y la destrucción al mismo tiempo: ese es el poder divino del señor Shiva.